Finalmente, tras meses de espera, tomaste impulso y te atreviste a cruzar el umbral. Sin lugar a dudas eres muy valiente, pues hay que serlo para dejarse llevar por la curiosidad que genera el desconocido mundo exterior, y abandonar el cálido, seguro y tierno útero maternal.
Aunque nunca lo dijeron, sé que como yo tus otros hermanos te esperaban con ansiedad. Los meses se hicieron infinitos, aunque pasaron volando ante nuestros ojos. Los días pasaron uno a uno, y en silencio nos hacíamos constantemente las mismas preguntas. ¿Cómo será? ¿ Cuándo llegará? ¿ Que puedo hacer por ella? ¿ Crecerá tan rápido que no nos daremos cuenta?.
Recuerdo como si de ayer se tratara el día que me enteré de tu presencia. Sonrío al recordar que me enteré por casualidad, pues nuestro padre no planeaba anunciarte aún. Y guardé el secreto, no por mucho tiempo a decir verdad, pues tal noticia me causaba un sentimiento confuso. Quizás sea porque nunca pensé que después de tanto tiempo, nuestra familia recibiría un nuevo integrante. Puede ser también que siempre estuviste ahí, en nuestros sueños, como un deseo, un anhelo silente. Tal vez existías ya en nuestros corazones antes de materializarte.
Y es que llegaste a nosotros como por arte de magia, dejándonos atónitos y sorprendidos. Y de la misma manera comenzaste tu aventura en nuestro mundo, nuestra loca e incomprensible realidad, pues llegaste antes de lo planificado. Posiblemente, cuando crezcas, seas una princesa indomable e intrépida, valiente e impaciente.
Bienvenida seas entonces, a la aventura de la vida. A la histriónica comedia de la realidad. Te recibo aquí y ahora con un poco de miedo, pues ahora comprendo que ésta no es precisamente la mejor de las épocas. Pero, ¿quién decide cuándo es el mejor momento?. Estamos ante un macabro escenario en el que todo parece venirse abajo, sin ánimos aparentes de estabilizarse de nuevo.
Pero te prometo que daré lo mejor de mí, para tí. Te prometo que no vacilaré ni un segundo cuando necesites de mí. Pondré a tu alcance todo lo que sé y me falta por aprender. Si me lo permites, seré tu guía intelectual, y abriré para tí las puertas del conocimiento. Te prometo que si de mi depende tu progresivo y exitoso avance a través de las garras de la ignorancia y los vicios de la sociedad, haré lo que sea necesario por ello.
Espero poder verte crecer, y que con el tiempo encuentres en mí mucho más que un hermano mayor sobreprotector. Te ofrezco desde ya mi sincera amistad, con la que sólo un puñado cuentan. Y aunque sé que no importa lo que los demás opinen la desición final siempre la toma uno mismo, quiero que sepas que puedes consultar conmigo cualquier duda o inquietud que tengas, sin importar el día o la hora. Siempre estaré ahí para tí, como sé que tus otros hermanos también lo harán.
Siento curiosidad por la personas que serás. Tu carácter, personalidad, habilidades y demás cosas que nos hacen quienes somos. Quizás seas una apasionada escritora, o una administradora excepcional. También pienso que podrías ser un genio de la informática, o tal vez una amante de la música. No tengo la menor duda que tu inteligencia superará con creces la de nosotros, y me enorgullezco de sólo pensarlo.
Eres afortunada, pues llegaste en el momento preciso en la vida de papá, pues tendrás la oportunidad de conocer a el hombre amable, sincero, precavido y juguetón que nosotros no pudimos, a consecuencia del tiempo que dedicó toda su vida al trabajo. Ciertamente es una oportunidad que no deberías despreciar, y te adelanto desde ya que deberás tener paciencia, pues a veces le es difícil comunicar sus sentimientos. Te garantizo que nunca obrará en tu perjuicio, pues lo he comprobado.
Finalmente, quiero que sepas que esta carta la escribo un día después de tu llegada, motivado por la enternecedora sensación que tuve al verte por primera vez, y la firman tácitamente todos los integrates de la familia, que sienten lo mismo que yo, pero de todos sólo yo me dedico a transcribir pensamientos. Deseo que tu aventura sea tan divertida, o más, como la mía. Es complicado y a veces debemos detenernos para comprender lo que sucede, pero sinceramente vale la pena, y no me arrepiento de nada.
David García, & Familia.
Lunes, 23 de marzo de 2009.-
2 comentarios:
Admiro su expresión en tan conmovedora memoria dirigida a tan hermosa criatura. Además aprovecho para felicitarle por disfrutar del júbilo debido a tal acontecimiento!
Saludos cordiales
Rafael Medina
hermosa carta David a tu hermanita, homenaje doblea ella y a tu padre... son bonitos y muy nobles todos tus deseos y ofrecimientos pero por ahora vete preparándote para sus berrinches, para sus noches de gritos y llantos, para sus pañales y sus biberones, es un trabajo de 24 horas en el que, estoy seguro, ayudarás con gusto...
felicidades por la nueva integrante del clan...
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