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Últimamente he reflexionado sobre el verdadero significado de la vida y me dí cuenta de que lo que vivímos es una gran mentira. Si hacemos a un lado la tv, el internet, la ropa, la música, los negocios y el dinero entonces no queda nada porque vivir.Sobre todo el dinero, que es la principal fuente motivacional de la sociedad y el causante de las atrocidades que podemos observar día a día.
Entonces, imaginándome en tal escenario, comprendo que la vida que llevamos está enfocada en obtener y acumular conocimiento y bienes materiales, y resulta que ambos son inútiles y perecederos, pues después de la muerte no queda nada. Vivimos una vida llena de ansiedad por obtener aquellas cosas que nos atraen, para luego menospreciarlas y hacerlas a un lado.
De repente, en un determinado momento de nuestras vidas, nos damos cuenta de que no tenemos control sobre nuestros destinos. Vemos los días pasar, y sentimos que estamos viviendo una película, en la que interpretamos el rol protagónico, pero limitados a seguir el guión al pie de la letra. Es frustrante la sensación de estar en un laberinto infinito, sin poder encontrar la salida, y ser observado desde las alturas por el arquitecto omnisciente, que disfruta con nuestra desesperación y sonríe.
Corremos como locos desde que nacemos, en un maratón lleno de obstáculos y sorpresas. Mientras avanzamos desenfrenadamente por la pista, tropezamos con algunos de ellos, para luego levantarnos y seguir nuestro camino. En algunas ocasiones, uno de ellos podría arrebarnos la existencia y dejar a cambio no mas que incertidumbre y un gran vacío desconocido, pues no podemos verlo y regresar.
Pasamos nuestro tiempo aprendiendo, estudiando, desempeñando responsabilidades que la sociedad exije para continuar su vácua existencia. Olvidamos lo complicado que es nuestra realidad, que no se limita a lo que podemos ver y pensar, sino que está compuesta por una gran cantidad de elementos que interaccionan entre sí continuamente, dándo forma a la dimensión que habitamos. No comprendemos lo pequeño que es el lugar que ocupamos en el universo, en comparación con las inmensas cantidades de materia y energía que ocupan el vasto espacio exterior. -
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