Inesperados, repentinos, súbitos. Así son los cambios.
Una noche formaba parte de una populosa urbe.
Al siguiente día, no formaba parte de absolutamente nada. Así, sin mas, sin anestesia y sin premio de consolación. Sin amigos, sin distracciones.
Trabajo, eso de sobras! y lecciones, a montones. He tenido la oportunidad de reflexionar, asimilar y explorar una amplia gama de aspectos cuya naturaleza y mecánica desconocía.
Logré enfrentarme a un pasado cercano, que resultó estar mas vivo de lo que pensaba, y en poco tiempo fué evidente que la distancia siempre había sido la mejor solución. Aunque no es lo que quiero, es evidente que es lo mejor.
Soledad, mucha soledad. Tanta, que desespera. Y la soledad viene tomada de la mano de la inseguridad, la tristeza y la desesperación.
Afortunadamente, siempre corriendo atrás de ellas viene la esperanza y la paciencia. La promesa de una nueva meca, llena de prosperidad y abundancia. De nuevas caras y horizontes por descubrir. Llena de esos tan importantes recuerdos, que para mí lo son todo, y a la vez nada, porque al pasado pertencen, y en el futuro se perderán.
Que mas queda ya, sino ser fuerte, tanto como sea necesario; no mirar hacia atrás, mas que para traer al presente un recuerdo grato; y darle forma con presición y esmero, con cada golpe de zincel al mármol que dará apoyo a mi cuerpo cuando su fuerza física merme, y su potencia mental sea el único motor que trabajará constantemente lleno de recuerdos, imágenes, voces, olores y sentimientos.-
Porlamar,19/03/08
Una noche formaba parte de una populosa urbe.
Al siguiente día, no formaba parte de absolutamente nada. Así, sin mas, sin anestesia y sin premio de consolación. Sin amigos, sin distracciones.
Trabajo, eso de sobras! y lecciones, a montones. He tenido la oportunidad de reflexionar, asimilar y explorar una amplia gama de aspectos cuya naturaleza y mecánica desconocía.
Logré enfrentarme a un pasado cercano, que resultó estar mas vivo de lo que pensaba, y en poco tiempo fué evidente que la distancia siempre había sido la mejor solución. Aunque no es lo que quiero, es evidente que es lo mejor.
Soledad, mucha soledad. Tanta, que desespera. Y la soledad viene tomada de la mano de la inseguridad, la tristeza y la desesperación.
Afortunadamente, siempre corriendo atrás de ellas viene la esperanza y la paciencia. La promesa de una nueva meca, llena de prosperidad y abundancia. De nuevas caras y horizontes por descubrir. Llena de esos tan importantes recuerdos, que para mí lo son todo, y a la vez nada, porque al pasado pertencen, y en el futuro se perderán.
Que mas queda ya, sino ser fuerte, tanto como sea necesario; no mirar hacia atrás, mas que para traer al presente un recuerdo grato; y darle forma con presición y esmero, con cada golpe de zincel al mármol que dará apoyo a mi cuerpo cuando su fuerza física merme, y su potencia mental sea el único motor que trabajará constantemente lleno de recuerdos, imágenes, voces, olores y sentimientos.-
Porlamar,19/03/08
No hay comentarios.:
Publicar un comentario