lunes, 22 de junio de 2009

Manual para NO ser un cliente molesto. Capítulo I.-

Como es de pleno conocimiento, odio mi trabajo. No por lo que es en realidad, ni por las tareas que me corresponden desempeñar. En realidad odio la conducta de las personas que frecuentan el sitio, llámese clientes. 

Dada la naturaleza del rubro explotado, la gente tiende a considerar como mediocres, ignorantes y demás connotaciones despectivas a aquellos que ocupamos una plaza laboral en el medio. Si bien es cierto que las condiciones de trabajo y las labores no requieren de expertos profesionales en su mayoría, a excepción de los que trabajan directamente con la materia prima y fabrican los productos relacionados al negocio; también es cierto que no todos los que trabajen deben ser necesariamente analfabetas y mediocres. Recordemos lo difícil que está la situación a nivel general, y que actualmente son pocas las ofertas laborales, por lo que cualquier empleo es valioso aunque no esté relacionado con nuestra profesión (en el caso de profesionales).

Es ésa actitud odiosa, con ínfulas de superioridad la que me molesta. Puede que sean personas amables y agradables la mayoría del tiempo, pero en cuanto pisan el local se transforman en ogros, urgidos de atención prioritaria como si de muerte se tratase. Son groseros, gritones y no ponen reparo en objetar cualquier cosa que consideren sospechosa. 

Si existe algo que realmente puede perturbarme, es el agrio sonido que produce el metal al chocar contra cualquier superficie. En éste caso, el de las monedas contra el cristal del mostrador. Es un sonido insoportable, molesto e innecesario. Se trata de un gesto ofensivo por parte del cliente, en un intento desesperado por obtener la apremiante atención que supuestamente requiere. 

El golpeteo comienza lévemente, con 3 o 4 repeticiones. Gradualmente la intensidad y repeticiones aumentan, hasta convertirse en un repiqueteo frenético acompañado por gritos y el típico ¨DESPACHOOOOOO¨ seguido del respectivo ¨¿QUIÉN COBRAAAAAA?¨. Cuando finalmente obtienen la atención solicitada, muestran una actitud molesta y ofensiva, como si realmente a uno le importara el estado anímico del agresor. 

Si en realidad no deseas ser catalogado como cliente molesto, abtente de golpear los mostradores con monedas, llaves, llaveros, celulares, anillos y cualquier otro objeto metálico. Ten paciencia, seguramente la ausencia de los dependientes se debe a alguna razón de importancia.-



2 comentarios:

Luis Bond ∴ dijo...

Men, te admiro por calarte vainas así. Yo siempre procuro no ser "cliente molesto", pero siempre tengo uno que otro al lado y, sin ser directamente afectado por su idiotez, me provoca matarlos xD

Knuckle dijo...

Jajaja esta bueno he sido cliente molesto pero solo por lo de la moneda... yo no me arrecho por el hecho de tener la atención rápida, aunque hay algunas o muchas personas que si, tal vez se deba a que es su tiempo el que pierden....

Esa es la excusa que dan aquí...

Saludos