lunes, 18 de mayo de 2009

Nuevo especimen.-


Hace unos meses, comenzé a redactar y publicar una serie de artículos referentes a ciertos mensajes impresos en billetes venezolanos. En ellos, estudiaba la técnica de impresión, el objetivo del mensaje y demás aspectos referentes al caso. En principio pensé que la impresión se limitiba exclusivamente a los billetes de 2 bolifuertes ya que son los de mayor circulación, lo que resultaba bastante lógico. 

Pero, hace unas semanas me topé con un billete de 5 bolifuertes con las mismas caraterísticas, lo que demostraba que no sólo se imprimían mensajes en los billetes de menor denominación. Fué entonces cuando comenzé a preguntarme si efectivamente podría en algun momento toparme con billetes de denominación superior empleados como canales publicitarios de consignas políticas. 

Finalmente llegó el día que tanto esperaba. A decir verdad, el billete casi pasó desapercibido pues sinceramente no esperaba ver un billete de 50 bolifuertes marcado, y fué sólo gracias a un reflejo que me dí cuenta de que en la superficie del billete había una mancha inusual. 

En esta ocasión, la víctima había sido marcada con la misma técnica empleada en los billetes anteriores. La única diferencia radica en que el sello fué diseñado con mayor detalle, con un diseño más bien complejo y elaborado de tres líneas y con tamaño de letras diferentes. Además no tiene errores ortográficos, lo que demuestra que se prestó mucha atención al elaborarlo, seguramente para tener una impresión eficaz y armonizar con el valor del billete. 

El mensaje dice : ¨        NO ES NO 
                                Cual parte no entendiste
                                      La ¨N¨ o la ¨O¨

Como dije antes, lo que llama primeramente la atención es lo bien elaborado del sello con que se plasmó el mensaje. Tiene estilo, sutileza y carácter. El mensaje no puede ser más claro, así como es evidente cuál es la preferencia política del o los autores. 

Lo extraño es que, hasta ahora nadie ha hecho comentario alguno sobre los billetes. No he escuchado a nadie comentar sobre lo extraño que resulta ver un mensaje hecho con un sello, cuando regularmente los encontramos a mano alzada. De hecho, esperaba leer al menos una reseña en los diarios, o en algún programa radial. Lo cierto es que ha pasado desapercibido, o no es tan importante como para reseñarlo, lo que significa que los billetes no cumplieron su objetivo pues nadie ha reparado en su existencia.-

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