Pues bien, finalmente ha sucedido. He llegado al límite de la tolerancia. Una de las principales caraterísticas de mi personalidad es la paciencia, que podría tornarse hasta molesta pues no es fácil obligarme a mostrar ansiedad, enojo o desesperación ante un escenario, sea intecional o fortuito. Pero aquí y ahora, admito que he llegado al límite de la tolerancia y que mi paciencia se ha desbordado.
¿Pero qué es lo que me ha llevado hasta los límites sobrehumanos de la tolerancia?. Se trata de un conjunto de eventos paralelos que se han sucitado durante el transcurso de los últimos 2 años. Son factores generados por distintas fuentes, pero que convergen y se entrelazan transformándose en un sólo caudal de confusión, manipulación, verdades a medias y mentiras descaradas. Me refiero en su totalidad al clima político nacional, que se ha metido a empujones y por las malas en mi cabeza. Al principio moderadamente, como quien no quiere la cosa, pero a medida que el tiempo avanza también lo hace la violencia con que la política invade mi privacidad y atenta contra mi integridad mental.
En primer lugar quiero hablar sobre la pricipal fuente de mi malestar, los medios de comunicación. Los medios de comunicación, como su nombre lo indica, son instrumentos mediante los cuales la información es difundida y distribuida para conocimiento de la ciudadanía, por lo que están sometidos a cumplir con una responsabilidad social. En los últimos años se ha hecho evidente que somos víctimas de una manipulación descarada y ofensiva de la información por parte de los medios, que se han avocado decididamente a la tarea de distribuir sólo la información que beneficia la materialización de sus objetivos particulares, que obviamente están relacionados con mucho dinero y corrupción. Además de ésto, utilizan a los comunicadores sociales, profesionales y figuras públicas, para vender el producto a nivel nacional e internacional. Lo más perturbador de tal situación es que dicho producto está compuesto por verdades a medias, mentiras descaradas, falsas verdades, afirmaciones difamatorias y críticas maliciosas que repercuten en la tranquilidad de la ciudadanía, generando caos y descontento además de inseguridad y crísis.
Tomemos por ejemplo, las reseñas hechas sobre el lanzamiento del Venesat-1. Pero, ¿cuáles reseñas?. De no ser por la cadena presidencial que trasnmitía el lanzamiento y puesta en órbita del satélite, no habría existido cobertura de tan importante evento por parte de ninguno de los medios privados. Además, las pocas reseñas que se han emitido acerca de tal evento han sido despectivas calificando de inútil e innecesario tal instrumento de retransmisión de información, las cuales aún se pueden escuchar de boca de comunicadores de la talla de Luis Chataing, por ejemplo, el cual evidentemente no tiene conocimiento alguno sobre astrofísica o retrasmisión de ondas de radio y la utilidad de tal equipo.
Seamos sinceros, ¿Cuándo iba uno a imaginarse que Venezuela tendría su propio satélite, o que entraría jamás en el área de exploración espacial?, ¿ qué gobierno habría decidido tomar la iniciativa de independizar las comunicaciones?. Hasta ahora utilizabamos satélites de otros países para tales tareas. Ahora, Venezuela pasa a formar parte de un reducido grupo de países que cuentan con sus propios satélites, y es el único en américa del sur que cuenta con tal herramienta. Para mí esto representa un hecho histórico, que sólo tenía lugar en el mundo de las fantasías. Y ahora que se ha materializado, ¿qué es lo que los medios han logrado?. Se han encargado de convencer a la población de la inutilidad de tal inversión. Como consecuencia, las personas no hacen mas que repetir una y otra vez lo que escuchan, víctimas de la ignorancia que caracteriza a la mayor parte de nuestra población, ignorando las ventajas que representa para la población menos agraciada del territorio nacional. Sólo piensan en el beneficio personal, y todo aquello que no represente un beneficio exclusivo los medios lo convierten en algo malo.
¿Es que acaso creen los medio que soy estúpido?. Yo salgo a la calle todos los días, y puedo ver la dura verdad que me rodea. No necesito que nadie venga con su título profesional a venderme basura ficticia. Basura que le merece un salario, un puesto dentro de la sociedad y una responsabilidad social para con la ciudadanía, de distribuir la información tal como es, sin manipulaciones maliciosas y egoístas.
Por otra parte, quisiera hacer referencia a aquellas personas que no hacen más que crear pánico y generar información falsa, con el fin de generar un movimiento subversivo, intentando impulsar una guerra civil que los venezolanos definitivamente no llevaran a cabo, pues todavía confían en las leyes y la constitución, en la vía legal y los actores políticos. Si en realidad los venezolanos quisieran recorrer el camino de la violencia armada, ya lo habrían hecho y eso está claro.
Dada la naturaleza de mi trabajo, una gran cantidad de billetes de cualquier denominación pasan por mis manos, a los efectos de cancelar el importe de los productos que los clientes necesiten. Resulta pues, que hace unos días mientras trabajaba, un billete llamó mi atencíon. El mencionado billete tenia una apariencia común, salvo por un mensaje impreso en uno de los lados. A continuación, una imagen detallando tal mensaje:
Pues sí, la expresión de mi rostro fué la misma. ¿Wtf?. ¨Cuidado con la invasión cubana¨.
Estudiemos un poco el mensaje. Está impreso sobre el billete en tinta, pero a diferencia del gran número de mensajes que los ciudadanos acostumbran a escribir en el papel moneda, no está hecho a mano alzada con bolígrafo. Se trata de una impresión hecha con un sello de caucho, como los que utilizan las empresas y comercios. Esto significa que no fué un evento casual, ni una idea espotánea, sino se trata de una campaña bien elaborada y con un objetivo preciso ya que se tomaron la molestia de fabricar un sello de caucho con el mensaje. Lo que quiere decir también que no se trata de sólo éste billete el que fué marcado, sino de varios billetes cuya cantidad sólo conocen los autores de tal acto.
Es evidente entonces, que se planificó la fabricación de un instrumento (o varios) con la finalidad de marcar una gran cantidad de billetes, que posteriormente serían devueltos a la calle para ser intercambiado por una gran cantidad de personas, asegurando así que el mensaje llegaría a las masas. Debo confesar que es una idea brillante, a pesar de estar en desacuerdo con el mensaje difundido.
Con respecto al mensaje a difundir, debemos detenernos un segundo a considerar las implicaciones de tal advertencia. ¨Cuidado con la invasión cubana¨.
Es una advertencia clara, que alerta al lector del peligro que corre la soberanía de la nación ante una invasión extranjera. Pero resulta que tal invasión no existe, así como tampoco existe la posibilidad de que Cuba intente llevar a cabo una invasión. Para empezar, Cuba es una isla del Caribe, que cuenta con un reducido número de efectivos militares, que además no están capacitados para llevar a cabo una maniobra bélica del calibre que supone una invasión. Invasión que en éste caso sería marítima, la cual se vería frustrada por la flota venezolana. También es un hecho que Cuba no cuenta con la potencia de fuego necesaria para reducir las fuerzas militares de ningún país. ¿Con qué nos van a invadir? ¿Con varas de caña de azúcar y balsas de caucho? ¿Con mosquetes del siglo XVI, con los que batallaron su ¨Revolución¨? ¿O nos van a hechar encima a sus meretrices profesionales?. Definitivamente, es una ridiculez.
De quienes sí deberíamos estar atentos por la amenaza de una invasión, es de los Norte Americanos. Cuentan con la potencia bélica mas importante de éste lado del continente, además de un gran número de soldados a la orden de la nación, y, lo más importante, están pasando por la peor crísis económica y energética. La crísis americana convierte a Venezuela en un blanco de mucho interéz, dada la reserva petrolífera que yace bajo nuestro suelo, además de ser un punto geográfico estratégico para el avance de las tropas por el resto del continente.
Para finalizar, quiero dejar claro que ya estoy harto de toda ésa mierda Guevarista y revolucionaria del siglo pasado. Estoy cansado de Fidel, Cuba, El Ché, Alí Primera, El Imperio y todas esas babosadas que los corderos populistas repiten constantemente, aunque la mayoría no saben de qué coño están hablando. Estoy cansado de ver cómo Evito saca adelante su país a punta de dinero Venezolano. Me cansé de escuchar en la radio todos los disparates que venden. Me mamé de la publicidad de unos y de otros. De ver cómo llevan a los corderos al matadero sin cargo de consciencia, porque ¨El fin justifica los medios¨. Dejen a la gente en paz, permitanle por primera vez que elijan lo que de verdad quieren. Digan la verdad, pero no a medias.-
1 comentario:
Qué carga, David...te entiendo...en este momento, yo, me encuentro en otra etapa: extrayendo los lugares comunes entre las tendencias adversas...haciendo una autopsia a la tolerancia..respetando el absurdo...
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