Reflexiones de fin de año.-

Estoy aquí de nuevo en boxer´s, medio ebrio gracias a una botella de Red Label que acostumbro tomar cada fin de año, lamentando no haber comprado una maldita botella de Coca-Cola suponiendo que habría una en la nevera, reflexionando sobre el año transcurrido, y arrecho porque mi maldita computadora se reinició mientras escribía éste mismo artículo, el cual no logré salvar.

Éste fué definitivamente un año de mucha actividad para mí, pues está lleno de experiencias que no puedo catalogar ni clasificar en orden de importancia pues todas tienen la misma. A diferencia de todos los demás autores que plagan la red y textos con listas de los eventos de mayor relevancia del año, yo me rehúso a hacer tal cosa. En principio, tales listas están por todos lados y es un tema trillado. Además, me parece que tales listas omiten una gran cantidad de eventos relevantes, posiblemente por pereza de leer todos los periódicos del año, o por conveniencia propia. Me niego también a hacer una lista de los hechos importantes de mi vida, pues a nadie le interezan y no puedo clasificarlos.

Hace un año estaba en una ciudad desconocida, celebrando el fin de año con personas recién conocidas que me brindaron un hogar sustituto lleno de música, pólvora, comida, amor y alegría. Después, la realidad me dió cono toda su fuerza, pues me tocó vivir de nuevo la vida del inmigrante en terrenos desconocidos, que no tiene apoyo y debe asumir el reto y adaptar nuevas rutinas y herramientas que garanticen su supervivencia. Es una realidad que te patea en los testículos a las vez que se ríe de tu desesperación.

En otro aspecto, me dí cuenta de que lentamente me convertí en un sociópata silencioso. No me refiero a que asesino personas clandestinamente, sino al profundo desprecio que siento por la sociedad y los que me rodean. Me dá asco vivir entre un montón de mediocres que sólo se interezan en su beneficio y los demás que se vayan al diablo.

En este mismo aspecto, me siento confundido y consternado pues no sé que escenario pueda presentarse primero. Existe la posibilidad de un holocausto social, liderado por una revolución de las clases inferiores oprimidas, explotadas, cansadas de trabajar para ganar una miseria cuando en realidad todos tenemos derecho a tener los mismos beneficios. Está la revolución energética, con el cambio del petróleo por el hidrógeno como combustible mucho más económico y accesible a todos, lo que representa una amenaza a la economía venezolana dependiente de los ingresos petroleros. No puedo sacarme de la cabeza la acelerada degradación del medio ambiente, producto de la deforestación e industrialización, que emana constantemente gases contaminantes y generan violentos cambios climáticos que amenazan vidas inocentes. No importa cuantos grupos de ¨Green Peace¨ existan, ni cuantos movimientos contra el calentamiento globan se manifiesten, pues la única solución es olvidarnos de electricidad, automóviles, aviones, cohetes espaciales, tv, radio, internet y todos esos servicios que hacen nuestra vida más placentera. Todos estos grupos son una mentira aceptada por la sociedad, que se dirige rápidamente a un horizonte de sucesos del cual no podrá escapar, para caer en un agujero negro que les devorará y erradicará todo lo que conocemos y apreciamos inevitablemente.

También reflexiono sobre mi actividad como escritor, y me siento satisfecho pues me doy cuenta de cómo ha evolucionado mi técnica y la receptividad de los usuarios. Actualmente mi página cuenta con más de 3mil visitas de casi toda américa del sur, México y parte de España. Pienso que la actividad de mi blog se disparó gracias a la publicación de mis artículos en el foro Urbe, el cual a pesar de estar abandonado de sus creadores, cuenta con un selecto grupo de usuarios que se esmeran en redactar artículos dignos de leer, organizados y que expresan una idea concreta, además de ser excelentes personas y muy buenos críticos. Participar en este foro ha sido una grata experiencia porque, además de promocionar mi blog y tener un mayor número de lectores en mis artículos, los comentarios que recibo en respuesta a mis articulos son un incentivo para redactar artículos con mayor frecuencia. Como no todo puede ser perfecto, también hay un gran número de visitantes del foro que no participan en los post ni publican artículos, que podrían ser interezantes y enriquecerlo. Existen también usuarios que no tienen una función concreta, y se limitan a generar spam y a redactar respuestas vacías e inútil con el objetivo de captar una atención que les es negada en la vida real.

Por supuesto, no podría dejar de nombrar al amígo Darío Mendez, el cual sirvió de ejemplo para mí y todos los demás, de cómo es incorrecto plagiar la autoría intelectual de otros autores y armarse una vida falsa y vacía en función de una habilidad que no posee y que secuestró de otros. De como una persona se toma atribuciones y se autodenomina superior a los demás mediante la creatividad de autores inocentes de tal infamia. Gracias, amígo Darío, por servir de ejemplo de acciones ilegales que nunca quedan impunes, y por ser fuente de entretenimiento para mí sin saberlo.

Me doy cuenta también de cómo nuestro país se ha politizado a tal punto, que está dividido completamente. Están los borregos, que siguen al pastor al matadero sin objetar. Sólo aplauden y gritan prosas que en realidad no escuchan. Están los eternos opositores, que se dedican exclusivamente a llevarle la contraria al gobierno, sin importarles que las decisiones tomadas sean en beneficio o perjurio de la nación. Simplemente hay que llevarle la contraria al gobierno y punto, como si les pagaran por interpretar un papel en una onbra histriónica que arrastra a la ciudadanía a la perdición. También están los indiferentes, que sólo se preocupan por vivir la miserable vida que se les permite vivir, preocupándose sólo por sus fantasías egoístas y sueños inalcanzables, en lugar de tomar el lugar que le corresponde dentro de la sociedad y asumir la responsabilidad que tiene como ciudadano.

Tengo la sospocha de que, a pesar de ser hijo de un comerciante español y contar con una posición relativamente privilegiada dentro la sociedad, me siento atraído por la doctrina socialista. No me refiero a comunismo, ni al ¨socialismo del siglo XXI¨ del que tanto alardea nuestro presidente. Me refiero al verdadero socialismo, a la integración de las masas bajo un único bloque económico que permita a todos los ciudadanos acceder a servicios de calidad sin privilegios excepcionales por estátus económico, pues dicho estátus sería abolido para dar paso a una sociedad integral, productiva y democrática. No soporto las injusticias a las que son sometidas los ciudadanos a diario por parte de comerciantes y funcionarios. Me rehúso a cobrar más de lo que marca un producto sólo para beneficiarme, y afectar la estabilidad económica del cliente.

Con respecto a mi vida privada, podría decir que me encuentro en una etapa de recesión que comenzó a principios de este año 2008. No he mantenido ninguna relación amorosa estable durante este año, cosa que resulta atípica de mi persona, pues soy un amante empedernido y un enamoradizo persistente. En lugar de eso, me he dedicado íntegramente a cultivar mi intelecto en las áreas que realmente me interezan como lo son la astrofísica, química, física, literatura, psicología y otros. También he trabajado árduamente en mi técnica literaria, para lograr identificarme y sobresalir entre los demás.

Pues bien, creo que en pocas líneas he resumido y expuesto mis inquietudes y reflexiones personales. Básicamente, ésto es un desahogo de fin de año. Es como gritarle a la almohada. Es un llanto malcriado de desesperación, en el que intento liberarme de todas esas ideas que atormentan mi cabeza y no me dejan dormir. Seguramente no podré dormir aún, pero es un alivio transcribir tales ideas, pues al materializarse toman forma y se pueden organizar, evitando el desorden que creaban en mi cabeza. De esta manera, al pensar en ellas puedo seguir un orden y dejar de divagar en un limbo infinito.-