domingo, 15 de junio de 2008

Quizás.-


Quizás estas líneas no sean mas que el triste y desesperado último suspiro de un alma cautiva, que es liberada sólo bajo ciertas circunstancias y debe regirse por algunas reglas en público.

Pero en este momento es completamente libre, porque está sola en su guarida y no hay reglas, leyes, ideales ni sistemas. Es su refugio, su hogar, donde él pone las reglas.

Se encuentra completamente desnudo, sin atavíos ni textiles que impidan la completa percepción que su ambiente le transmite. La suavidad de la tela que cubre su lecho acaricia sus partes nobles; el aire frío domesticado erizando cada poro de su piel; el alcohol embriagando su percepción de la realidad; su virilidad, completamente desatada, indomable, sin freno al paroxismo del orgasmo autoinducido una y otra vez.

A el no le importa en absoluto permitirse tales excesos, ni la opinión de los demás. Las cosas que hace son las que en realidad la causan placer. El placer puro de la libertad total, donde no hay quién reprima la explosión de pensamientos, emociones, deseos y reflexiones.

Esta es el verdadero sentimiento de un ser único y con consciencia propia, que nace cada vez que su amada Dama Blanca le invoca, y muere tristemente cada vez que ella le abandona, encerrandose en lo más profundo de mi ser, y que no hace más que esperar con ansiedad ahogada el próximo llamado de libertad.

Quizás no, quizás éstas líneas no sean más que el producto de una mente enajenada divagando y creando un ¨yo¨ ideal, o inventando una personalidad alterna, para justificar sus actos y sentirse libre del remordimiento al día siguiente.

¿O será que ésta última es la careta que utiliza la primera para tratar de encajar en la sociedad?

1 comentario:

Susana dijo...

Libertad en todo sentido,no importa lo que piensend e ti,pero se libre en ideas,mis saludos...